Camino Inglés. Etapa 000

Etapa 000. Jueves, 11 de julio de 2024. A Coruña - Ferrol

Tomamos el autobús hacia Ferrol, estamos a escasos 5 minutos de la estación, en 45 minutos estamos en Ferrol, llueve ligeramente, dejamos nuestras cosas en el hotel Almendra muy cerca de la estación y nos disponemos a conocer la ciudad.

Aunque no se trata de una ciudad especialmente turística, hay suficientes lugares que ver.

Ferrol es una ciudad básicamente industrial. Su importancia creció a partir del siglo XVIII, cuando el primer Borbón, Felipe V, trasladó a esta ciudad la Sede del Departamento Marítimo, convirtiéndose en cabecera de la construcción naval durante más de dos siglos.

Los Astilleros de Ferrol dieron prosperidad a la ciudad y pese a las repetidas crisis, aún siguen siendo un pilar relevante de la economía de la ciudad, con la empresa estatal Navantia, heredera de una u otra manera de aquellas empresas que dieron bonanza a Ferrol. Hay un inmenso puente grúa que se ve desde todas partes de la ciudad y la ría.

Empezamos nuestra ruta por Ferrol paseando por el Barrio de la Magdalena, un rectángulo perfecto formado por seis calles largas que se cortan por nueve calles perpendiculares que se dirigen a la Ría de Ferrol.

Se trata del centro de la ciudad, a la vez que la zona más comercial. Aquí podemos ver varios edificios modernistas, así como construcciones clasicistas de galerías acristaladas, semejantes a las que pudimos conocer al visitar La Coruña, aunque en mucha menor medida. Las dos plazas más importantes del Barrio de la Magdalena: 
La primera, la plaza de Amboage, llena de terrazas de cafeterías, y dominada en el centro por la estatua del Marqués de Amboage, benefactor de la ciudad. En esta plaza, echamos un vistazo a la histórica Farmacia Almodóvar. 









La segunda, la Plaza de Armas, donde encontramos el monumental Ayuntamiento de Ferrol, que es de estilo imperialista y que fue alzado durante la dictadura de Franco, en 1955.


Entre los edificios modernistas, el que más destaca es la Casa Antón. Como varios de las construcciones realizadas en este estilo en Ferrol, lleva la firma del arquitecto Rodolfo Ucha.

En el mismo barrio de la Magdalena encontramos los pequeños pero bonitos Jardines de Herrera. Aquí encontramos un bonito mirador al Arsenal de Ferrol, con la Ría de Ferrol por detrás. En esta se alza el Parador de Ferrol.







Nos dirigimos ahora a la zona del Ferrol Vello, germen de la ciudad antigua, que queda por detrás del Paseo de la Marina. Zona de estrechas calles, algunas con encanto, aunque la zona en general es bastante menos interesante que, por ejemplo, la Ciudad Vieja de La Coruña.

En aquí donde da inicio el Camino Inglés a Santiago (otro ramal empezaría en La Coruña), puesto que en estos puertos del norte peninsular era donde llegaban los peregrinos procedentes de las Islas Británicas, dispuestos a llegar hasta la Tumba del Apóstol en muy pocas jornadas. delante de la oficina de atención al peregrino y junto a las mesas de la terraza de un bar, hay un monolito que marca el punto oficial de inicio.




Frente al Ferrol Vello encontramos el atractivo Puerto de Curuxeiras. Antiguo puerto de pescadores, en la actualidad los barcos pesqueros son los menos, y los de recreo, los más. En esta zona encontramos la lonja y la Capitanía Marítima del Puerto.



Retrocedemos de nuevo al barrio de la Magdalena y visitamos el Mercado de la Magdalena, y el edificio de la Pescadería que queda justo enfrente del mercado. Se trata de una construcción modernista de 1923 que también fue proyectada por Rodolfo Ucha Piñeiro, que era el arquitecto municipal.

También podemos ver la Concatedral de San Julián (San Xulián) se encuentra también justo enfrente del Mercado de la Magdalena, pero por el otro lado.

Se trata de un edificio neoclásico de la segunda mitad del siglo XVII, que fue elevado a la categoría de Concatedral en 1959, ya que comparte sede episcopal con la Catedral de Mondoñedo.









Seguimos avanzando para encontrarnos con otras de las plazas más monumentales que ver en Ferrol. Se trata de la Plaza de Galicia, dominada en el centro por el Monumento a los Caídos en África. Alzado en tiempos de la dictadura, este enorme obelisco culminado con la escultura de una Victoria Alada, rinde honor a los ferrolanos caídos en las campañas del norte de África.




En esta plaza encontramos también el Teatro Jofre, que es el más elegante de la ciudad y cuya fachada corrió también a cargo de Rodolfo Ucha Piñeiro, aunque el estilo es más ecléctico. Justo enfrente encontramos la Oficina de Correos, de estilo regionalista.



En la parte baja de la Plaza Galicia encontramos una de las puertas más elegantes del Arsenal Militar: la Puerta del Dique. Es de estilo neoclásico. El escudo que queda justo encima de la puerta es de Carlos III.


Después nos dirigimos a comer a Josefa’s Bar: Rúa San Francisco, 17, donde tenemos reservas y la comida, ha sido magnifica.












El Arsenal de Ferrol debería ser uno de los lugares indispensables que ver en Ferrol. Sin embargo, habitualmente no está abierto al público ya que sigue desempeñando funciones militares y solo es accesible en algunas visitas guiadas que se realizan dos días a la semana y a partir del 17 de julio.

Más allá de los lugares más céntricos y emblemáticos, situados casi todos en el Barrio de La Magdalena, hay un sitio que se debe visitar en Ferrol de forma casi obligada, es el barrio de Canido, hasta hace pocos años uno de los menos recomendables de Ferrol, pero que estos últimos tiempos se ha convertido en epicentro turístico gracias al arte urbano y, concretamente, al proyecto de la Ruta de las Meninas de Canido. Lo cierto es que en los últimos años se ha convertido en algo así como la meca del Street Art a nivel gallego.

La iniciativa partió del artista callejero Eduardo Hermida, que pintó una primera menina (ya sabéis, las niñas de familia noble que aparecen en el famoso lienzo homónimo de Velázquez), en las paredes del barrio.

La cuestión es que a aquella primera intervención le han seguido varios centenares, acercándose en la actualidad a casi medio millar los murales que se pueden conocer a lo largo y ancho del barrio de Canido. Algunos de ellos, de más de 100 metros cuadrados de superficie, pues ocupan todo el lateral de un edificio de muchas plantas.

Podéis ver la ruta, y un centenar de fotos en:

















Después de pasar por el hotel, para registrarnos y hacer un leve descanso hemos cenado en el Restaurante O Pincho en la calle Real, muy bien.





 


 

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