Castellón - Terra Alta

Viaje a Castellón (Comarca de la Plana Alta) del 29 de octubre al 1 de noviembre de 2021

Viernes, 29 de octubre de 2021

Salimos de Barcelona para dirigirnos a Vilafamés (Castellón), hay 284 Km, 2 h 43 m
Nos hospedamos en el Hotel Rural el Antic Portal, Calle La Font 8, 12192 Vilafamés, Castellón. Teléfono: 964329384, 651112615.
Alojamiento y desayuno.
Resto de tarde vista al pueblo y cena.
Vilafamés destaca por su casco antiguo. Pasear por sus calles tranquilamente, nos transporta a sus orígenes árabes con calles estrechas y zigzagueantes, con rincones que hacen que uno se quede maravillado, con su castillo en lo alto y la pequeña iglesia a sus pies.
Con la ampliación cristiana, Vilafamés empieza a crecer edificando su impresionante iglesia parroquial y su palacio del siglo XV. Aquí las calles son de trazado lineal.
Llama mucho la atención su impresionante “ROCA GROSSA”. Una mole de piedra que se encuentra a medida que se sube por la calle principal de Vilafamés.
Lo que más sorprende, sin duda, es que en todo el casco antiguo de Vilafamés, predomina en todas las construcciones su piedra roca.
El conjunto histórico de Vilafamés es declarado Bien de Interés Cultural el 22 de abril de 2005.
El pueblo se encuentra ubicado en un cerro perteneciente a la Sierra de los Conteses, y es que Vilafamés haría frontera entre la zona montañosa de la provincia, y la zona litoral.
Subiendo por la avenida Fabian Ribes, llegaremos a la Plaça de la Font, desde donde tendremos unas preciosas vistas del casco histórico, con un papel especial para el castillo y la Iglesia de la Asunción.
La Roca Grossa es lo primero que encontraremos, y es uno de los enclaves más curiosos de Vilafamés, donde todo el mundo se echa una foto. Se trata de una impresionante mole de piedra de más de 2100 toneladas, con más de 220 millones de años de antigüedad, y la cual dicen que lleva en la misma posición unos 30 millones de años.
Esta impresionante mole es de Rodeno o Arenisca, tiene una inclinación de 34º y parece que vaya a deslizarse ladera abajo arrasando con las casas que hay al otro lado de la calle.
Iglesia de la Asunción;
Construida a finales del Siglo XVI, la iglesia parroquial de la Asunción de Nuestra Señora, se encuentra dedicada a la Virgen de la Asunción. Construida con estilo barroco y con la misma piedra de rodeno que la roca grossa, su arquitectura la hace destacar en el perfil de Vilafamés.

Ayuntamiento de Vilafamés:
Girando en la calle cervantes, dirección al interior del casco antiguo, nos encontramos de frente con el edificio del Ayuntamiento, que se encuentra ubicado en un precioso edificio del siglo XV, con una interesante fachada cuyo origen era renacentista.

El Cuartijo, el barrio más bonito de Vilafamés:
Nuestro camino nos llevará a las estrechas y reviradas callejuelas del Cuartijo, el barrio situado justo bajo del castillo, y que tiene sus orígenes en la época musulmana.
Sin lugar a dudas, aquí hay que perderse, observar con calma estas empinadas y zigzagueantes calles con aroma medieval, que harán que nos enamoremos de este precioso pueblo. Cada esquina, cada puerta, cada escalera es digna de ser vista y fotografiada, por lo que vuestra subida al castillo se puede hacer muy larga si os gusta cotillear como a nosotros.

Castillo de Vilafamés:
El rey indiscutible del pueblo es su castillo, vestigio de etapas moras y de defensas medievales, aunque su aspecto actual fue esculpido durante las guerras carlistas, cuando se le añadió la torre defensiva ubicada en el centro del castillo.
Además de la torre defensiva, el otro elemento interesante es la torre del homenaje, aun así, no os esperéis un castillo enorme, es pequeño y se recorre fácilmente.

Iglesia de la Sangre:
Justo bajo del castillo encontramos esta iglesia mandada construir por Jaime I cuando conquistó Vilafamés de manos de los musulmanes, convirtiéndose en el primer templo cristiano de la localidad.
Cuenta con una bonita puerta en su acceso sur con un precioso arco de medio punto, además de unos preciosos murales interiores que son una preciosa y valiosa muestra de pintura gótica mural. 

Restaurantes:
La Vinya: Se trata de un bar de tapas de autor en las que se presta especial atención al producto y a la calidad de la comida.
El Rullo: Un excelente local para comer comida casera a buen precio y con buena calidad.
El Jardín Vertical: Este local, alojamiento rural y restaurante, cuenta con una excelente cocina servido en las antiguas cuadras de la casa señorial que ocupa el establecimiento.

Sábado 30 de octubre de 2021
Desayunamos en el hotel 9:00 y nos desplazamos al desierto de les Palmas.



Para continuar tomando perspectiva del paraíso en el que nos encontramos, en la CV-147 el mirador del Desierto de las Palmas. Desde este punto se ve Benicàssim y sus playas e incluso se llegan a ver las Islas Columbretes en días nítidos.
Tenemos 25 km, 36 m.
Aparte del mirador, el Desierto de las Palmas es un paraje natural con múltiples senderos para recorrer en cualquier época del año, por lo que es una opción de deporte y paseo alternativa al mar. El parque se encuentra entre Benicàssim, Cabanes, La Pobla Tornesa, Borriol y Castelló de la Plana.
Considerado Parque Natural desde hace más de 20 años, el Desert de les Palmes no se trata de un desierto, sino que fue denominado así por los Carmelitas descalzos al tratarse de un lugar alejado y solitario. Ocupa una extensión de más de 3000 hectáreas con diferentes parajes y gran diversidad de flora y fauna. Cabe destacar las ruinas del convento Carmelita y sus cimas más altas, la de la Mola del Morico (694 m) y el Bartolo (729m).
A pesar de llamarse desert, esta sierra litoral es todo menos un desierto, de hecho, es uno de los pulmones verdes de Castellón. El nombre provine del nombre que le dan los carmelitas descalzos a los lugares aislados a los que se retiran para dedicarse a la oración y a la contemplación. Desierto de población, no de vegetación, de hecho, lo de “las palmas” es porque hay muchos palmitos en la zona.
La mejor forma de conocer el desert de les Palmes es recorriendo una de las rutas de senderismo que lo atraviesan. Nosotros haremos el mirador del pico del Bartolo, la cima más alta del parque. Desde ahí se tiene una increíble vista de 360º: de las montañas, incluido el pico más alto de Castellón, el Penyagolosa, al mar. En los días más claros hasta se divisa la silueta de las Islas Columbretes.

RUTA hasta el Pico del Bartolo
Esta ruta nos permite alcanzar la cima más alta del Paraje, el pico del Bartolo, de 729 m de altitud. Se inicia en el Centro de Información y transcurre entre un denso y variado matorral donde encontraremos diferentes especies de jaras (Cistus monspeliensis, C. albidus, C. salvifolius), madroños (Arbutus unedo), lentiscos (Pistacea lentiscus), enebros (Juniperus oxy- cedrus), romeros (Rosmarinus officinalis), etc. La senda desemboca en una pista de tierra. Giraremos a la derecha, para observar la imponente mola del Morico (694 m). 300 m después encontramos la Font de la Mola. Un poco más adelante tomaremos la pista de la derecha, desde aquí observamos la Plana, la serra d'Espadà y el puerto de Castelló. Fijémonos en las diferentes coloraciones que presentan las rocas, diferenciándose los grises de la caliza, de los rojos de la arenisca. Un poco más adelante encontramos el Mas de Huguet, típica vivienda rural tradicional.
Unos 50 m más adelante, llegaremos a una pista asfaltada que nos conduce hasta la cima, antes de llegar tomamos una senda a la izquierda y seguimos las indicaciones hasta la Cruz del Bartolo, podemos divisar las dos vertientes del Paraje, la Plana y las playas pero también las montañas del Maestrat, el Pla de l'Arc y los pueblos de Cabanes, La Pobla Tornesa, Vall d'Alba, etc. Les Agulles de Santa Àgueda en el este, el Parque Natural del Prat de Cabanes-Torreblanca en el noreste, el Parque Natural de la Sierra de Espadán en el sudoeste, el pico de Penyagolosa en el noroeste. Los días más claros se divisa la bella silueta de las Islas Columbretes, y, más al sur, el Cabo de Sant Antoni, en el Parque Natural del Montgó.
Trescientos metros más arriba, llegaremos al punto más alto del recorrido y de todo el Paraje Natural, de 729 m. se puede acceder por pista asfaltada o por senda de tierra, nosotros optamos por tierra y descender luego por pista asfaltada.
En el pico podemos encontrar la ermita de San Miguel, descendemos por la pista asfaltada, hasta que giramos a la izquierda por una pista asfaltada que desciende de forma muy pronunciada, para posteriormente hacer el ultimo kilometro por senda de tierra que se toma a la derecha, hasta el centro de interpretación.













Desde aquí nos desplazamos a Bar Restaurante Casa Herminia, Teléfono: 964338125. Tenemos 30 m, para llegar, no dejar de probar el carajillo palmero.



Regresamos al hotel y damos una vuelta por el pueblo.





















La cena en Cal Paradis, del chef Miguel Barrera. Tenemos 10 m, 7,3 km.







Domingo 31 de octubre de 2021
Desayunamos en el hotel 9:00 y nos desplazamos a la zona del Penyagolosa.
Atzeneta del Maestrat, Castillo de Villamalefa, Costur, Figueroles, L’Alcora, Les Useres, Llucena/Lucena del Cid y Villahermosa del Río son ocho municipios pertenecientes a dos comarcas diferentes, pero que se encuentran vinculados por un denominador común: el Penyagolosa.
El Penyagolosa ha acogido en sus cimas y faldas a varias generaciones de montañeros, apasionados de la naturaleza, familias y personas que han querido disfrutar de la belleza y desconexión que proporcionan sus rincones.

Cada uno de esos rincones es único, ya que si algo caracteriza el Penyagolosa es la diversidad de su suelo, su orientación y su altitud, que proporcionan una rica y variada vegetación. Por sus caminos encontramos carrascales, avellanares, más de un millar de especies de flora, aves rapaces como el águila e incluso la mayor población valenciana de murciélagos trogloditas. Todo ello, ante la imponente presencia del río Carbo.

Villahermosa del Río: las pintorescas casas blancas un pueblo de cuento. Iglesia de San Bartolomé, un edificio de gran interés arquitectónico donde además está enterrado el compositor barroco José Pradas Gallén.

Castillo de Villamalefa: Parada obligatoria para los amantes del producto local que deseen comprar en sus carnicerías más famosas o sentarse a degustar un bocadillo de carne a la brasa para recargar pilas. Pueblo lleno de miradores y casitas con fachadas blancas. Sin embargo, este pueblecito del interior es de sobra conocido por otra cosa: por albergar en uno de sus rincones el Bar Restaurante y Carnicería El Castillo (imprescindible reservar al 964 37 51 16), menú de brasas de 14,50 €.

Moteros, vecinos de la población o visitantes en general acuden para degustar bocadillos, carnes a la brasa en menú o en carta, además de que también hacen paellas por encargo mientras se disfruta de unas buenas vistas en temporada con buena temperatura. El menú consta de ensalada, jamón y tomate, pan con allioli y tomate, un primer plato a elegir y un segundo con carne a la brasa, además de una bebida, postre y café.

Lucena del Cid: La Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Ascensión. Es una obra de principios del siglo XVIII, comenzando su construcción en 1715 y consagrándose al culto en 1739. La totalidad de la construcción es debida al maestro Pedro Gonell. La torre de Foios es una torre de origen ibérico. Desde la Terraza "Polos" o los ventanales de los lavaderos municipales se divisa el entorno boscoso que envuelve la localidad. Pero sin duda, las vistas se vuelven incalculables desde la propia puerta del conocido "Castell", el punto más alto de todo el municipio. En días despejados se logra ver el precioso mar.

L’Alcora: Museo de cerámica. Domingo de 11 a 14.

Costur:

Figueroles: retablos del siglo XVII, albergados en la Iglesia de San Mateo.

Les Useres: museo de la Peregrinación para conocer utensilios, vestimentas y otros elementos que recrean los lugares más típicos del peregrinaje. Comer Tombet de Les Useres.

Atzeneta del Maestrat: Plato icónico en estas tierras desde la época medieval es el cordero del Maestrazgo en todas sus versiones. En especial en Atzeneta del Maestrat se hace el Tombet, un guiso en el que la carne de cordero, generalmente pierna troceada, se cocina lentamente en una cazuela de barro con verduras, azafrán, brandy y aceite de la zona, considerado el oro líquido del Penyagolosa.

Además del paisaje y la cultura, Penyagolosa se caracteriza también por su gastronomía: es tradición su popular matanza del cerdo, que a día de hoy sigue celebrándose como un ritual en muchos pueblos. Fruto de ella, esta zona se caracteriza por la carne a la brasa, los embutidos y los turrones y mazapanes artesanales, que se elaboran con almendra local marcona.

Desde Vilafamés vamos l’Alcora, pasando por Les Useres y Costur. 41 m, 34 Km.

En L’Alcora: Museo de cerámica, abre a las 11:00, vuelta por el pueblo.

Desde aquí a Castillo de Villamalefa, (37 m, 28 Km), comemos en el Bar Restaurante y Carnicería El Castillo (imprescindible reservar al 964 37 51 16)








Después de Comer

Villahermosa del Río, Puertomingalvo (Teruel), Vistabella del Maestrazgo, Adzaneta, Les Useres, La Barona y Villafamés, preciosa ruta.



Cena en Calauela. (Villafamés)



Lunes, 1 de noviembre de 2021
Desayunamos en el hotel 9:00 y nos desplazamos a Benicasim, para empezar la Vía Verde que nos conduce a Oropesa.
Desde aquí nace un paseo increíble de algo menos de 6 Km hasta el municipio de Oropesa, por el que se puede caminar, correr o circular en bicicleta, disfrutando de la vegetación típica mediterránea en contacto directo con el mar. En este paseo se pueden encontrar pequeñas calas, así como torres vigías que protegían de posibles ataques. Inaugurada en el 2009, discurre sobre un tramo ferroviario en desuso que fue adaptado sobre una orografía difícil que antaño recorría el tren.

DESCRIPCIÓN
Ruta circular, por la Vía Verde de Benicassim a Oropesa. hemos realizando a la vuelta dos variantes, una primera ascendiendo al mirador de Oropesa y otra hacia el mar para ver la playa de la Renega.

Km. 0: En Benicàssim comienza en el área de descanso que hay junto al antiguo apeadero de las Villas, en el extremo oriental del casco urbano de Benicàssim y la playa Voramar. El acceso a este punto se realiza por la calle Termalismo. En las inmediaciones del hotel Termas Marinas El Palasiet hay un aparcamiento para los vehículos. Aquí comienza la vía verde a modo de leve rampa que sube a la antigua plataforma del ferrocarril. Primeras trincheras. Partiendo de Benicàssim, los primeros pasos dan la espalda a la alargada panorámica de las playas de esta localidad y encaran las primeras estribaciones de la Sierra de Oropesa vertiéndose al mar. En tan difícil orografía el tren tajó dos trincheras de paredes rocosas, tan altas y verticales que hubo que asegurarlas con sendos falsos túneles de bóvedas enladrilladas. Entre la penumbra de ambos túneles media un paso superior de caminos y un mirador a la costa acantilada. Llanos de Bellver. En el entorno del barranco de Bellver la vía verde se transforma en un curvado terraplén que avanza sobre terreno llano tierra adentro: primero entre las hileras de arbolado que tamizan los jardines y casas dispuestos en torno a las magníficas Platgetes de Bellver; y después, tras cruzar el puente sobre la rambla de Bellver (km. 1), por una zona silvestre de pinar clareado; se trata del espacio de transición donde se sacude toda urbanidad y se adentra en un litoral agreste y natural.

Km. 1,5 Trincheras de Colomera. En el reencuentro de la vía verde con el mar, la sierra de Oropesa nuevamente se alarga hasta el mar, formando los imponentes acantilados de las rocas del Moro y Gegant/Gigante (microreserva declarada LIC, Lugar de Interés Comunitario). En tan abrupto terreno el camino se introduce nuevamente en una sucesión de colosales trincheras, de altas y verticales paredes rocosas, excavadas en la áspera ladera de roca, lentisco y palmito. En este nuevo paseo por las “entrañas” terrestres destacan la silueta de la torre vigía de Colomera (BIC) sobre la roca del Gegant (hasta ella llega un sendero corto y fácil desde la vía verde), y la magnífica área de descanso/mirador sobre el mar que le sucede, abierto entre la primera y segunda trinchera.

Km. 2 La larga recta de la Renegá. En el entorno de la Renegá las montañas se alejan de la línea costera, lo que permitió al antiguo trazado férreo hilvanar una larga recta. El camino se sube a un recto terraplén, elevado sobre un terreno llano cubierto por un frondoso pinar salpicado de algarrobos y olivos. Desde la vía bajan algunos caminos que se adentran en el pinar y llegan hasta la rocosa orilla del mar. Las trincheras de la Corda. El Tossal Gros alarga su ladera de roca, palmito, romero y lentisco hasta la orilla del mar. La vía verde supera esta nueva barrera gracias a una larga y curvada sucesión de trincheras ajustadas a la orilla. El paseo queda acotado entre dos paredes de roca vertical, con intermitentes vistas a los acantilados sobre el mar. Sobre el tajo de las trincheras sobresale la silueta de la torre vigía de la Corda (BIC), testigo de los ataques piratas que asolaron esta costa siglos atrás. Al inicio de la trinchera un sendero permite alcanzar la torre y dejar caer la vista sobre los acantilados. Barranco de la Dona. A la salida de las trincheras la antigua plataforma del tren se eleva en un alto terraplén sobre barranco de la Dona (km. 3,9). Las vistas a las rocas batidas por el oleaje resultan magníficas desde tan elevada posición.

Km. 4 El túnel de El Bovalar. La luz del Mediterráneo es sustituida por la iluminación artificial. La Vía Verde del Mar se introduce en el largo (600 m) y recto túnel del monte El Bovalar. El último tramo es una larga recta perfilada por el pinar en paralelo a la estela de los rápidos trenes que circulan por el nuevo trazado. Convertida en un magnifico mirador elevado sobre la costa, la vía verde ofrece magníficas vistas marineras. A nuestros pies se suceden el puerto deportivo con 700 amares, la cala del Retor, el asentamiento íbero de Oropesa la Vella (BIC) y la cala del mismo nombre. Salimos de la vía verde en la playa de la Concha, el regreso lo hacemos desde la playa de la Concha de nuevo a la vía Verde al Km. 5,7 en un magnifica zona ajardinada que atraviesa un carril bici transversal.

Antes de entrar en la boca norte del primer túnel del monte de El Bolavar, nos desviamos a la izquierda y siguiendo el sedero marcado con marcas verdes y blancas y con un quitamiedos de cuerda, accedemos al mirador de Oropesa, donde podemos observar las Islas Columbretes a 40 Km. de Oropesa. descendemos y salimos a la boca sur, pero en el margen derecho. (hemos cruzado la vía verde y el túnel por la montaña, continuamos para desviarnos a la derecha para acercarnos a la playa de la Renegà, volviendo posteriormente a la Vía verde.





















Comemos en Dolores!. Teléfono: 651391989, se puede reservar, menú de 22 €. Carrer els Dolors, 25, Benicàssim. 







Al terminar paseo por Benicàssim, empezando desde el norte, encontramos la playa del Voramar, tan famosa por el hotel que le da nombre y con la terraza más conocida de Benicàssim. Con unas vistas impresionantes del mar, de la montaña y con las famosas Villas del Paseo Marítimo Pilar Coloma que se construyeron a partir del s. XIX, fueron las elegantes viviendas de familias de renombre de la zona que residían en Benicàssim durante los periodos estivales. El estilo afrancesado de cada una de estas villas de Benicàssim, así como la presencia en ellas de personajes reconocidos de la alta sociedad, generaría el apodo de Benicàssim como el «Biarritz de Levante».

A continuación, llegamos a la playa Torre San Vicente, o como se le conoce popularmente, Torreón, por su torre del s. XVI construida como punto clave de defensa de la zona. Esta playa es una de las más turísticas por su cercanía al pueblo o centro de Benicàssim. En ella podrás disfrutar de actividades deportivas o eventos organizados para todas las edades. Esta torre vigía data del s. XVI y se convirtió en uno de los núcleos principales alrededor del cual se fue creando la población Benicense. Esta fue una de las 18 torres que protegieron la provincia de Castellón de los ataques que llegaban por mar, de corsarios y berberiscos.

Continuamos hasta la playa de Els Terrers, es una de las más tranquilas por acudir a ella casi exclusivamente los vecinos de los apartamentos y villas de la zona. La nueva pasarela de madera que la conecta con el Eurosol permite dar preciosos paseos al atardecer, pasando por la playa más actual y llamativa, sin arena y hecha de cantos rodados para todos aquellos a los que no les gusta “pringarse” con la arena pegada en el cuerpo.

En la playa Els Terrers hay que ver el rincón de palmeras simétricas, el paseo de madera que las separa y que finaliza en un mirador hacia el mar, se ha convertido en unos de los lugares más fotografiados.

En el Eurosol, da comienzo la última playa perteneciente al término municipal de Benicàssim, llamada Heliópolis.

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