En Tineo dan comienzo una sucesión de etapas más abruptas, donde el paisaje sigue siendo encomiable y los grandes valles dejan paso a un terreno de bosques y montañas.
Perfil de la Etapa:
La ruta de Wikiloc, marca 29,3 km, desnivel positivo 798 m. Tiempo en movimiento 6 horas 55 minutos, Tiempo 9 horas 13 minutos.
Salimos del hotel Palacio de Meras, retrocedemos y tomamos la avenida González Mayo. Tras 150 metros subimos a la derecha por Venera de la Conda, que desemboca a su vez en la calle de la Fuente. Alcanzamos en breve la fuente de San Juan, donde hay un par de mesas y bancos para el descanso. Pronto se termina el pavimento y a mano izquierda, tomamos un camino entre caducifolias para cruzar el regueiro de Robleu.
Continuamos junto al mirador de Letizia. Avanzamos por la falda del monte Brañugas (1.016 m) y el pico Navariego. La sucesión interminable de lomas se extiende hasta las cumbres leonesas. Al frente también se distingue el Puerto del Palo, que hollaremos mañana, y las primeras estribaciones gallegas. Bañado con la luz del amanecer, el panorama es aún más extraordinario. Pasamos junto a un depósito de agua, siguiendo el tendido ascenso por los bellos parajes de La Freita y el Rebuchar hasta el collado de La Guardia.
Tomamos la pista asfaltada hacia la izquierda y la dejamos por la derecha pasados 150 metros. El camino herboso rodea el pico de Puliares junto a los pozos de La Llamavieya y del Ruxidor. Llegamos al rato a una pista de hormigón que desemboca en la carretera de Cerezal y descendemos hasta la AS-350 a la altura del caserío de Piedratecha.
Seguimos la AS-350 durante varios minutos y la abandonamos junto al arcén izquierdo. El sendero desciende por toda una delicia de bosque caducifolio y nos planta junto al desvío que lleva al monasterio de Santa María La Real de Obona. Se encuentra a tan solo 350 metros, aunque esta joya benedictina del siglo XIII corre aún peor suerte que el de Cornellana. Alfonso IX, el mismo que concedió la Carta Puebla a Tineo en 1214, ordenó por decreto “que cuantos caminen a Santiago de Galicia lo hagan pasando por su puebla de Tineo y por su monasterio de Obona”. Retrocedemos de nuevo en la bifurcación, giramos a la izquierda y proseguimos nuestro camino. Sobre la sombría vaguada tenemos una vista fabulosa de la aldea de Obona, asentada a media ladera. La pista desemboca finalmente en Villaluz y Vega de Rey, aldea de la parroquia de Obona.
Encontramos un merendero y una fuente antes de salir a la carretera TI-3. Por esta vía atravesamos una a una, varias aldeas de la parroquia de Obona, como son Vega del Rey, Berrugoso y Las Tiendas, para alcanzar finalmente Campiello.
Continuamos por la TI-3 pasando por El Fresno, con su capilla de la Magdalena, y El Espín. Dejamos la TI-3 por la izquierda a la altura del p.k 7, tomando la local que se dirige a Pereda, Orrea y Sangoñedo. La abandonamos por la derecha pasados 350 metros. Una senda herbosa conduce hasta Borres. Dejamos el desvío del albergue, situado en la parte superior bajo la carretera, y llegamos hasta el Barín de Borres.
Subimos a la AS-219 y la cruzamos de frente para seguir el ascenso por una pista de cemento. Fabuloso el paisaje que dejamos a la salida de Borres. Una pista forestal recorre la linde de un pinar y llega junto al desvío que se dirige al Puerto del Palo por la ruta primitiva de Hospitales. Doscientos metros más adelante se encuentran las primeras casas de Samblismo, aldea de la parroquia de Borres.
Cruzamos la AS-219 y despedimos Samblismo por una pista pavimentada que nos acerca hasta La Mortera, perteneciente a la parroquia de Santiago de Cerredo.
Pasado el río La Mortera tomamos una senda herbosa que asciende hasta la carretera y tras salvar la AS-219 por un túnel, subiremos hasta Colinas de Arriba, también de Santiago de Cerredo.
En unos cientos de metros dejamos de nuevo la AS-219, ésta vez por la izquierda, y bajamos hasta el río Villaverde, que cruzamos gracias al puente decorado con la inscripción ‘2010. José Pérez Satorrio’. Subimos hasta una pista pavimentada que vuelve a desembocar en la carretera. Por ella coronamos fácilmente el alto de Porciles, a 773 metros de altitud.
A la salida del pueblo dejamos la AS-219 por la izquierda y descendemos con brusquedad hasta el río Porciles. Pasado el cauce sobreviene un duro tramo, donde unos escalones ayudan a superar el desnivel, que trepa otra vez hasta la carretera. Superamos el pequeño núcleo de Lavadoira y coronamos el alto del mismo nombre, situado a 806 metros,
Hasta aquí se extiende el Concejo de Tineo. Justo antes de llegar al cartel que anuncia la entrada al de Allande, dejamos la carretera por el arcén izquierdo y tomamos un camino que desciende hasta Ferroy por la falda del Pico Corona.
Cruzamos la población y salimos a la AS-217, que dejamos de inmediato por la izquierda. Un buen atajo a la vera del regueiro del Caleyo nos planta a la entrada de Pola de Allande. Pasamos junto al Ayuntamiento y en seguida llegamos al Hotel Nueva Allandesa, hemos disfrutado de su excelente comida, tanto en la comida como en la cena, espectacular el menú degustación.
Que ver:
Iglesia parroquial de Santa María de Borres:
De una sola nave y con una soberbia pila bautismal, es una de las más antiguas de todo el concejo.
Pola de Allande:
La carta fundacional de la Puebla de Allande, que tiene en torno a 750 habitantes, se remonta al siglo XIII, entre los años 1262 y 1269. Su escudo, representado por la Cruz de la Victoria en oro y piedras preciosas, fue concedido por el rey Alfonso XI por la ayuda prestada por los allandeses en la batalla del Salado de 1340. El concejo de Allande, formado por 17 parroquias y una población de 1.890 habitantes, está caracterizado por su abrupta orografía. Presenta una población muy diseminada y una baja densidad de población, bastante envejecida. Una situación debida fundamentalmente a la emigración a Centroamérica y a América del Sur en el primer tercio del siglo XX y a la industrialización en la zona central de Asturias.
Castros:
El concejo allandés cuenta con once castros, destacando el de San Chuis. Este poblamiento guarda relación con las riquezas de oro de la región. Las explotaciones de este preciado mineral han dejado su huella en la toponimia del concejo.
Palacio de Cienfuegos.
Tiene tres torres y planta en L. Fechado en el siglo XIV, fue reedificado en el XVI y reformado de nuevo dos siglos más tarde como residencia del conde de Peñalba.
Casa Consistorial:
De 1907, construido por Regino Pérez de la Sala. Está formado por un pórtico con arcos, balcón y presidido por un escudo y el reloj.
Arquitectura Indiana:
En la capital del concejo existen diferentes muestras de la arquitectura indiana. Destacan Casa Las Veigas, Villa Rosario, el Palacete de Ramos Ron y la casona de los Olalla Valledor.
Gastronomía:
En Pola, cuya oferta gastronómica está liderada por el restaurante La Nueva Allandesa, podremos degustar carnes de caza, embutido, repollo relleno de carne, diversos patés y pudin de de verduras, sin olvidar el pote y la fabada.
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