Etapa 1: Porto a Perafita

Camino Portugués de la Costa. Etapa 1. Porto a Perafita, 16,45 km.

Etapa realizada el sábado 21 de junio de 2025, efectuada de forma consecutiva con las etapas 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8 y 9.

En esta jornada inicial vamos a seguir la orilla del río Duero y las playas del litoral atlántico, en un recorrido variado y entretenido.

Ruta Wikiloc y perfil:

Mi GPS del teléfono no funcionó correctamente, como veis da rectas entre puntos, os dejo mi ruta y la que seguí, hasta llegar a Perafita, Además se corto antes de finalizar con lo que he tenido que grabar a mano los casi 3 km, que faltaban.

Las mías:



https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/camino-portugues-de-la-costa-etapa-1b-222165283



La que seguí:

https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/porto-azurara-103431838



Itinerario:

El punto tradicional de salida de los peregrinos sería la Sé-catedral. Nosotros como ya hemos estado el día anterior bajamos desde nuestro hotel, hasta el barrio de la ribera por la Rua de las Flores, pasando por el Palacio de la Bolsa, la Rua del Infante Don Enrique hasta la Rua Nova da Alfândega, ya al lado del rio Duero.

Seguiremos un recorrido muy ameno por todo el margen del río Douro en dirección hacia su desembocadura. Pasaremos junto a la antigua aduana o Alfândega, el museo del Vino de Porto y también bajo el inmenso arco del puente da Arrábida. En Foz de Douro superamos el farol (faro) de São Miguel, los jardines do Passeio Alegre y llegamos al fuerte de São João Baptista, donde desemboca el Duero y aparece frente a nosotros el océano Atlántico.










Comienza aquí un largo tramo por la fachada marítima del barrio de Nevogilde, la Copacabana de Porto, pasando ante las concurridas playas de Ourigo, Ingleses, da Luz, Molhe… Al final llegamos al fuerte de São Francisco Xavier, más conocido como Castelo do Queijo (castillo del queso), donde comienza la extensa playa de Matosinhos, muy frecuentada por surfistas. Esta pasarela de madera que discurre junto al océano es muy agradable. Diseñada por el arquitecto español Manuel de Solà-Morales i Rubió.










A partir de aquí es probable que encontremos alguna flecha amarilla, pero no hay que agobiarse buscándolas pues el recorrido es intuitivo.

Superamos una rotonda de forma elíptica con una curiosa escultura colgante de tonos rojos diseñada por la artista Janet Echelman bautizada como She Changes que simboliza una red de pesca, si bien es más conocida como la Anémona; está formada por una especie de redes sostenidas sobre un anillo de acero que flotan sobre él, recordando a una anémona. Simboliza la antigua relación entre las ciudades de Oporto y Matosinhos y la industria marítima. Al final de la playa tenemos otra escultura, ésta figurativa, titulada Tragédia do Mar y dedicada al desastre acaecido aquí una noche de diciembre de 1947, donde naufragaron varios barcos de pesca y murieron 152 marineros.




En Matosinhos, tenemos reserva para comer a las 12:30 en O Robalo, su famoso Robalo a o Pao, aunque antes hemos tomado un aperitivo en un chiringuito en la playa.














Una vez terminada nuestra espectacular comida, Cruzamos el Ponte Móvel (puente levadizo) sobre el puerto de Leixões que, aunque no lo parezca, es también la desembocadura del río Leça. En la rampa o escaleras que suben al puente –y también al cruzarlo– encontraremos flechas pintadas. Tras cruzar el puente entramos en Leça da Palmeira, un barrio perteneciente al municipio de Matosinhos.

Al final del puente giramos a la izquierda por la Rua Hintze Ribeiro y la seguimos hasta el final.




Continuamos por el paseo marítimo (Av. Libertade) y pasaremos junto a la singular piscina das Mareas (1966), que se llena del agua del mar y cuyos muros se funden con las rocas de la playa; es un proyecto de juventud del insigne arquitecto portugués Álvaro Siza Vieira, nacido en Matosinhos y hoy con obras repartidas por todo el mundo. La ruta sigue por el paseo marítimo (por cierto, diseñado en 2006 también por Siza), en dirección hacia un gran faro.

Farol (faro) da Boa Nova. Construido en 1926, con sus 46 metros es el segundo faro más alto de Portugal y su luz puede verse desde 28 millas náuticas (52 km). A pocos metros de éste tenemos otro edificio del arquitecto Álvaro Siza, el restaurante Casa de Chá da Boa Nova (1963), recostado en un montículo donde hay un mirador y una pequeña capilla. A partir de aquí comienzan varios tramos por pasarelas de madera sobre las dunas de las sucesivas playas.







En breve superamos las instalaciones y chimeneas de la refinería de petróleo Petrogal, cuya presencia resulta chocante frente a un litoral tan bonito; por suerte podemos seguir por la playa, utilizando las pasarelas de madera que nos distraen de la visión de la refinería

Volvemos durante unos metros al paseo en la playa do Paraíso, con casas y bloques de apartamentos, hasta nuestro alojamiento Casarao Paraiso situado en Aldeia Nova (Perafita). Hemos cenado en Paraiso Restaurante en su acogedor patio, buen precio y muy correcto.



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