Camino Portugués de la Costa. Etapa 5. Belinho a Viana do Castelo, 19,98 km.
Etapa realizada el miércoles 25 de junio de 2025, efectuada de forma consecutiva con la etapa 1, 2, 3, 4, 6, 7, 8 y 9.
La jornada de hoy es la primera en que no pisaremos ninguna playa. Los puntos de mayor interés serán el paso de dos ríos, el Neiva y el Lima, la visita a la iglesia de São Tiago de Castelo do Neiva, con once siglos de historia, y la bonita ciudad de Viana do Castelo.
El sendero de bajada hacia el cauce del río Neiva es uno de los tramos más bellos de este Camino Portugués de la Costa. Se atraviesa un bosque de ribera que, en otoño, con los tonos ocres y rojizos de las hojas, resulta espectacular. Lástima que sea un tramo muy breve, si bien abajo nos espera otro lugar especial y que recordaremos: el paso del río.
El paso del río Neiva, por lo general bastante caudaloso, se realiza por una pontella o plataforma de losas de granito, sin barandilla, como debía hacerse ya en épocas romanas y medievales.
Ruta Wikiloc y perfil:
Itinerario:
Salimos de Belinho, por la Rua Padre Almeida, pasando por la Iglesia Parroquial de Belinho y rodeamos por la izquierda la urbanización Quinta do Paraíso. La adoquinada Rua Barão de Maracaná se convierte en pista de tierra, con muros de piedra a ambos lados, por la que llegamos a una carreterita donde hay una capilla, Capela de N. Sra. dos Remédios; seguimos su acera hacia la izquierda durante 200 metros, pasando ante un cruceiro, y la dejamos por la derecha. Estamos en la freguesía de Antas.
Enseguida llegamos al cruce con la carretera EN-13, que atravesamos con cuidado, y seguimos de frente por la estrecha Rua da Carvalha, entre casas y muros de piedra; ésta continúa por una pista de tierra en bajada que se introduce en el bosque.
Tras pasar una encrucijada con un gran monolito jacobeo en piedra, comienza a la izquierda un sendero estrecho y precioso que desciende hasta el cauce del río Neiva, junto al antiguo molino o azenha de Guilheta (ahora es una casa rural). El paso del río, por lo general bastante caudaloso, se realiza mediante una pontella o plataforma de losas de granito sin barandilla, como debía hacerse ya en épocas romanas y medievales.
Disfrutamos del lugar, que es precioso. Una vez al otro lado seguimos a mano derecha por pista empedrada, en fuerte subida, pasando entre las casas del barrio de Rua da Cima, hasta llegar a la Capilla de N. S. de Guadalupe.
Seguimos a la derecha hasta el cruce con la carretera EN-13-3; aquí arranca la Travessa de Santiago, atajo adoquinado en fuerte subida que nos conducirá hasta la iglesia de São Tiago.
En la iglesia tenemos un sello muy bonito, que reproduce la inscripción del año 862, cuando esta iglesia fue consagrada y dedicada a Santiago; se trata de la referencia al apóstol más antigua en Portugal y una de las primeras en toda la península. La lápida original la podemos ver en una pared interior, cerca de la entrada, medio escondida tras las figuras de un retablo.
Continuamos en dirección a la zona del aparcamiento de vehículos; una vez en éste, giramos a la derecha y tomamos un camino de tierra que arranca en fuerte subida, bordeando el cementerio; aquí comienza otro tramo muy bello por el bosque, en el que se suceden senderos de tierra con algunas subidas empedradas. Pasamos por las casas del barrio de Monte, perteneciente a la parroquia de Neiva, y volvemos a internarnos en el bosque hasta desembocar en la iglesia barroca del monasterio de São Romão de Neiva.
Pasamos ante la iglesia y su cementerio y continuamos por la calle que sale a la izquierda, en ligera subida. En sólo unos minutos entramos en el pueblo de Chafé.
Al llegar al cementerio giramos a la izquierda; vamos siguiendo un rosario de calles empedradas hasta entrar en la freguesía (parroquia) de Vila Nova de Anha. Llegamos ante la iglesia parroquial de São Tiago y, frente a ella, hay una pequeña capilla neoclásica.
Tras cruzar la localidad salimos por una carreterita asfaltada entre campos y bosque, que nos deja en un polígono industrial sin finalizar; tras un tramo por camino de arena en bajada llegamos a Darque, con viviendas y servicios a pie de carretera, que es la antesala de Viana do Castelo.
Avanzamos por la acera de la carretera N-13 hasta una rotonda, tras la cual seguimos de frente para enfilar el gran puente Eiffel sobre el río Lima, que tiene dos niveles: el tablero superior para automóviles y peatones, y el inferior para los ferrocarriles. Una vez al otro lado del río podemos seguir hacia la izquierda, en dirección a la céntrica Praça da República, donde daremos por acabado el recorrido de la etapa, nuestro alojamiento está en la misma plaza, si bien tendremos que hacer una visita por el casco antiguo de la ciudad.
Nos hemos alojado en Hotel Margarida Da Praça. Hemos comido en Tasquinha BelaCosteira.
Por la tarde hemos visitado el monte de Santa Luzia, al que se sube mediante un funicular y gozamos de la mejor vista de la ciudad. En lo más alto se levanta la basílica del Sagrado Corazón, construida entre 1899 y 1943 en un popurrí de estilos historicistas, siguiendo la moda de otros templos como el Sacré-Coeur en el Montmartre parisino, o el Sagrat Cor en la cumbre del Tibidabo de Barcelona, todos diseñados en la misma época.
Al bajar una vuelta por el centro del pueblo y cena en la famosa Casa Primavera-Taberna Soares.
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