Etapa larga, por cómodas pistas de tierra y asfalto, y con desniveles muy suaves: entre O Cádavo y Castroverde superamos un modesto collado; luego, llaneamos por la meseta lucense hasta la capital. La única localidad intermedia con servicios es Castroverde, aunque en algunas aldeas han aprovechado el paso continuo de caminantes para instalar máquinas expendedoras. Hoy finalizamos en Lugo, la ciudad más grande del Camino Primitivo: destaca la muralla romana y la catedral de Santa María.
Perfil de la etapa:
La ruta de Wikiloc, marca 31,64 km, desnivel positivo 469 m. Tiempo en movimiento 6 horas 53 minutos, Tiempo 8 horas 30 minutos.
Salimos de O Cádavo Baleira y tomamos la pista vecinal de la izquierda que sube hasta Pradeda, lugar de la parroquia de San Pedro da Esperela.
Desde Pradeda tenemos una buena imagen de O Cádavo, ubicado bajo el Campo da Matanza. La pista vecinal torna en un camino de tierra que, tras una buena cuesta, nos planta al pie de la LU-530, donde coronamos el alto da Vaqueriza.
No entramos en la carretera, sino que proseguimos a la derecha de ésta por una pista forestal. Aquí el mojón de la Xunta marca 131,636 kilómetros hasta Santiago. Algo más de un kilómetro más adelante, junto al mojón de los 130,496 kilómetros, se obtiene una magnífica vista de la Chaira, la llanura o meseta lucense donde despunta su capital. Este recorrido suave y ameno por los montes de Cornedo, Fonteseca y Vilabade conduce a la capilla del Carme.
Descendemos por pista asfaltada hasta Vilabade, parroquia ya perteneciente al Concello de Castroverde. Su iglesia gótica consagrada a Santa María se conoce como la catedral de Castroverde y fue declarada Monumento Nacional en 1979.
Desde Vilabade una carretera local nos acerca hasta la LU-530, justo a la entrada de Castroverde. Atravesamos la capital del Concello – en la cual destaca la torre del homenaje de un antiguo castillo del siglo XIV – por la misma LU-530 y giramos a mano izquierda para visitar la iglesia de Santiago. A sus pies se encuentra la fonte dos nenos y el Ayuntamiento. Parada para el café.
Pasada la Casa do Concello tomamos un camino entre castaños y, tras una bifurcación, bajamos a la LU-530. Cruzamos la carretera y giramos a mano izquierda para pasar un túnel. Por pista asfaltada descendemos a San Miguel do Camiño, dejando la iglesia a nuestra derecha.
Avanzamos por la chaira lucense por prados y caminos de carro, cubiertos de helechos y hiedras. Unos 550 metros después de cruzar el río Chamoso, afluente del Miño, salimos a una carretera y la seguimos unos metros de frente. La dejamos seguidamente junto al arcén izquierdo y nos sumergimos en otro camino de carro. Dos arroyos más dan paso a la iglesia de Santo Tomé, prólogo de la parroquia castroverdense de Souto de Torres, a la que entramos.
Atravesamos Souto en dirección sur y de nuevo en el Camino cruzamos el rego de Angueiro. Enseguida salimos a una pista asfaltada y pasamos junto a Mesón de Fraias. La parroquia más inmediata es Santa María de Moreira, cuya iglesia queda a mano derecha. Le siguen varios lugares de esta parroquia, como son Nadela, tras el que veremos un fotogénico cruceiro, y Vilar de Cas, algo más adelante.
A la salida vamos a visitar Soutomerille y su iglesia de San Salvador, joya del prerrománico restaurada durante el barroco que aún cuenta en el ábside con una ventana de la obra primitiva.
Continuamo de frente hasta una cantera en horas bajas y cruza el río Romeán, también tributario del Miño, tras pasar las casas de A Pallota, última entidad de la parroquia de Moreira y del Concello de Castroverde. Desembocamos en la LU-P-2917 y subimos por ella hasta Gondar, primera parroquia del Concello de Lugo.
Continuamos ascendiendo por la carretera, por el lugar conocido como Cuesta Francesa, hasta una cantera situada en el alto. Comenzamos el descenso y como a 200 metros salimos de la carretera por la derecha. Por el Camiño da Caciza desembocamos en una pista, dejando Bascuas a mano derecha. Enseguida, giramos a la derecha y seguimos una pista vecinal paralela a la LU-530, que avanza unos 80 metros a nuestra izquierda. Tras girar más adelante a la izquierda tomamos una pista forestal al pie de la LU-530 y terminamos desembocando en ella. Hay que progresar por la carretera 1,4 kilómetros, pasando la finca Carballido y el río del mismo nombre. Al poco de superar el p.k 7 cogemos a la derecha la carretera que se dirige a Manzoi y O Pondelo
La abandonamos por la izquierda 250 metros después para internarnos en un camino de carro. Por ella fluye el rego do Muiño, que cruzaremos para continuar hasta As Casas da Viña, lugar de la parroquia lucense de Carballido.
A la salida de As Casas da Viña toma el testigo un camino amplio. Enseguida junto a la subestación de San Cibrao se encuentra la Autovía del Noroeste A-6 (Madrid-A Coruña), que salvamos por encima. La pista de tierra nos lleva a cruzar la ronda este en las inmediaciones de O Carqueixo. No a muy tardar llegaremos a Castelo.
Descendemos hasta el barrio da Chanca, con su viaducto de 29 metros de altura, donde cruzamos el río Rato. Ascendemos por la rúa da Chanca, donde vemos el mojón de los 104,241 km a Santiago, y pasamos bajo las vías del tren. Algo más adelante superamos las escaleras de Fontiñas y después seguimos el ascenso por el Carril das Flores, que tomamos junto a la praza do Camiño Primitivo. Desembocamos en la Ronda de la Muralla y desde aquí al Hotel Apartamento Ciudad de Lugo.
Hemos comido en Los Soportales, menú. Por la tarde hemos paseado por la ciudad.
Hemos cenado en la Pulperia Aurora do Carballiño, muy recomendable.
Pasamos la noche en Lugo y al día siguiente disfrutaremos de esta ciudad, por la tarde nos desplazaremos a Santiago en autobús, pasaremos la noche allí y a primera hora regresamos en tren hasta Barcelona. Hemos comido en el restaurante parrillada Fonsagrada, simplemente una delicia. En Santiago hemos picado algo en la Taberna do Bispo, muy bien.
El año que viene esperamos hacer el siguiente tramo desde Lugo a Fisterre.
Que ver:
Lugo, guarda más de 2.000 años de historia tras las murallas. Lucus Augusti fue fundada en el 15 a. C. por Paulo Fabio Máximo. Pronto se convirtió en una ciudad referente, llegando a ser capital de la Gallaecia septentrional. Entre el año 265 y 310 se levantó, como defensa hacia las invasiones bárbaras, lo que fue y sigue siendo su mayor seña de identidad: la muralla, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2000.
Muralla de Lugo:
Fortificación romana construida entre los años 265 y 310 con mortero, piedra pizarra y granito. El espesor de sus muros supera los 4 metros y en algunos lugares llega hasta los 7. Tiene 2.266 metros de longitud y una altura de entre 8 y 12 metros. El recinto tiene 10 puertas, cinco más modernas y cinco antiguas, como son la de Santiago, la Falsa, la Nueva, la de San Pedro y la puerta Miñá. De la obra primitiva, que constaba de 85 torres semicirculares, conserva 71 cubos a nivel del adarve y parte de la torre de La Mosqueira, que se alza unos metros por encima del paseo amurallado. El paseo por el adarve de la muralla se recomienda vivamente y casi puede considerarse parte de la etapa.
Centro de Interpretación de la Muralla:
Está situado en la plaza del Campo, 11, y en él se muestran mediante paneles, maquetas, audiovisuales, interactivos y fotografías todos los avatares de la construcción de la fortificación romana: su edificación, las repercusiones que tuvo sobre el urbanismo de la ciudad, sus transformaciones a lo largo de la historia, etc. Teléfono: 982 251 658.
Sala de Exposiciones de la Porta Miñá
Acoge una exposición permanente de Lugo durante el Imperio Romano, desde la conquista hasta su ocaso. Teléfono: 982 224 454.
Casa de los Mosaicos
Casa Patricia edificada entre los siglos I y II, situada en la rúa Doutor Castro. En este solar pueden verse mosaicos y pinturas murales. Remata la visita un audiovisual que recrea la vida cotidiana durante el Bajo Imperio. Teléfono: 982 254 815.
Catedral de Santa María:
Comenzó a construirse en 1129, reúne elementos del románico, barroco y neoclásico. Planta de cruz latina y tres naves. El claustro y la capilla de la Virgen de los Ojos Grandes, ambas del siglo XVIII, llevan
el sello de Fernando de Casas. El Santísimo está expuesto de forma permanente.
Ayuntamiento:
Barroco, construido en 1738 por Lucas Ferro. La torre del reloj se añadió en 1.873.
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