Etapa 4: Montblanc - Vimbodí

Camí de Sant Jaume: Etapa 4: Montblanc - Vimbodí, 13,9 Km.

Etapa realizada el 28 de Enero de 2022.

Dejaremos el coche en Vimbodí en la Plaça de les Oreneta  y desde aquí con el otro coche a Montblanc a el Aparcamiento del Archiu Comarcal.

Perfil de la Etapa:


Hemos de llevar el ritmo suficiente para llegar a Poblet a las 11:15 y terminar de ver el monasterio a las 12:30 (hora de cierre)

Recorrido:
km 0: Montblanc
Para salir de Montblanc, tomamos la calle de Les Tossas saliendo del recinto amurallado por el portal del Castlà. Dejamos a la izquierda el IES Martí l’Humà y tomamos el camino de La Tossa, siguiendo el GR-171. Pasado 1 km de la salida de Montblanc, llegamos al barranco de Sant Joan, que suele estar seco.








Dejamos el GR-171 y seguimos una transitada pista de tierra entre un frondoso bosque de pinos. Siempre hacia el oeste, seguiremos el camino del Mas de la Mora, que nos conducirá directamente hasta L’Espluga de Francolí.
Entramos a L’Espluga de Francolí por la calle de la Ermita, que nos llevará hasta el centro de la población.



km 6,1 L’Espluga de Francolí
Salimos de L’Espluga por la calle del Cometa. Cuando se termina el asfalto de la calle, sigue una pista de tierra que deberemos seguir durante 1,5 km. Tras un tramo de subida, hallaremos una bifurcación con una casita de piedra a nuestra izquierda; tomamos el camino de la derecha que transcurre entre muros. Unos 300 m después, llegamos a un collado con una edificación agrícola y una bifurcación. El camino prosigue entre olivos, sin pérdida posible, hasta Les Masies, zona balnearia muy próxima al monasterio de Poblet. Al llegar a Les Masies, el camino se termina en la carretera TV-7007. Giraremos a mano izquierda y seguiremos por la carretera aproximadamente 1,3 km, hasta llegar a la puerta del monasterio.






















km 9,3 Monasterio de Poblet
Saldremos del monasterio siguiendo la carretera hacia Vimbodí (TV-7002), que coincide con el GR-171.Pasados aproximadamente 500 m, justo antes de cruzar el puente sobre el río Sec, giraremos hacia la derecha tomando una pista, el antiguo camino de Poblet.
Unos 500 m más adelante llegaremos a otra bifurcación señalizada y giraremos a mano izquierda, dejando la ermita de Sant Bernat, a unos 200 m, entre encinas y pinos. Tomaremos una pista muy ancha que nos conducirá al castillo de Milmanda. Seguimos las señales del GR-171 y tomamos un pequeño y estrecho sendero que cruza el bosque hasta llegar a la ermita de la Mare de Déu dels Torrents. Esta se halla en un entrañable rincón, en el lecho seco del Barranc dels Torrents, ideal para descansar o tomar un refrigerio a la sombra de los plátanos. Cruzaremos el torrente por un pequeño puente y llegaremos a la carretera de Poblet a Vimbodí (TV-7002).La seguimos unos 300 m hasta tomar un camino de tierra que sale a nuestra derecha y que nos conducirá, tras cruzar el río Francolí, hasta Vimbodí.
km 13,9 Vimbodí




Que ver:

L’Espluga de Francolí
L’Espluga de Francolí es una población con una relación estrecha y especial con el agua. El paso del río Francolí por la población y la proximidad de los barrancos que bajan de las montañas de Prades le confieren un carácter muy determinado, que contrasta con los núcleos vecinos. Su nombre procede del latín spelunca (‘cueva’, ‘gruta’), palabra con que ya se la conocía en el siglo xi, en referencia a las numerosas cavernas y cavidades de los alrededores, entre las cuales se halla la cueva de la Font Major, por donde discurre bajo tierra el río Francolí, descubierta por casualidad en 1853. Se trata de la máxima atracción turística de L’Espluga de Francolí y actualmente se puede visitar, junto con el museo adyacente que se ha instalado. La cueva de la Font Major es una de las siete más largas del mundo, formada en conglomerado, y una de las pocas que se extiende, en gran parte, por el subsuelo de la población. A día de hoy se han descubierto más de 3.600 metros de pasadizos. Para visitarla no es necesario desviarse del Camino, puesto que la cueva de la Font Major se halla en el propio núcleo urbano de L’Espluga, en la avenida Catalunya.
La población de L’Espluga se originó en torno a un castillo edificado en la cima de una colina durante el siglo xi. Más adelante, el castillo pasó a depender de Poblet y de los templarios, a mediados del siglo xiii. La parte baja del pueblo estaba bajo la jurisdicción de los hospitalarios, que establecieron allí la encomienda de L’Espluga de Francolí y adquirieron todo su señorío en 1312, año de la extinción de la orden del Temple. El edificio más notable es la iglesia Vella de Sant Miquel, clasificada como monumento histórico-artístico en 1923, que constituye un muy buen ejemplo de la transición del románico al gótico. Como curiosidad, cabe mencionar que en 1837 se ocultaron bajo las escaleras de la iglesia los restos de los reyes catalanes que habían sido profanados en el monasterio de Poblet. En cambio, la iglesia Nova de Sant Miquel, muy próxima a la anterior, es de estilo neoclásico y se construyó durante la segunda mitad del siglo XIX. El antiguo hospital, opuesto a la iglesia Vella, es de estilo gótico y se construyó en el siglo XIV. Lo fundó la orden de los Caballeros Hospitalarios de San Juan de Jerusalén, que lo administró hasta 1851, cuando un concordato entre España y el Vaticano la suprimió. Destaca su patio interior abierto, rodeado de arcos de piedra.
El Museo de la Vida Rural está instalado en la antigua casa solariega de la familia Carulla, documentada en el siglo xviii. Creado en 1988 por la Fundación Jaume I, en él se exponen herramientas, enseres, muebles y distintos utensilios de la vida rural catalana.

Poblet
El monasterio de Poblet es, sin duda, el que mejor ha conservado las características de monasterio cisterciense en el aspecto arquitectónico, ya que nos ha llegado casi intacto. El monasterio de Poblet es el mayor conjunto cisterciense habitado de Europa. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1991.
Poblet es el panteón real de la Corona de Aragón desde Pedro el Ceremonioso hasta el siglo XV. También custodia los restos mortales del rey Jaime I el Conquistador. Su historia se remonta a 1150, cuando Ramon Berenguer IV concedió a la abadía de Fontfreda unas tierras para construir un nuevo monasterio en el límite entre la Cataluña Nueva y la Cataluña Vieja. Una vez terminada la reconquista, en 1166, los monjes tomaron posesión de las tierras e iniciaron la construcción del monasterio. A partir de entonces, su patrimonio empezó a crecer gracias a las donaciones que los reyes iban haciendo. Ya en 1185, Poblet contaba con un hospital y su biblioteca era una de las más completas de la época. En estamisma época fue cuando se construyeron la iglesia, el refectorio y parte del claustro en estilo cisterciense. La sacristía, la capilla, las habitaciones y los dormitorios se construyeron posteriormente, ya en el siglo xiii. En el siglo XIV, bajo la tutela del abad Ponç de Copons, se construyeron el cimborrio, las capillas orientadas al norte y las bóvedas de la nave del sur. La muralla y las tumbas reales datan del mismo siglo. Tanto el rey Pedro el Ceremonioso como su hijo, Martín el Humano, residieron largas temporadas en el monasterio, motivo que los llevó a construir un palacio real concluido poco antes de la muerte del segundo. Durante este período, el monasterio de Poblet obtuvo jurisdicción sobre siete baronías y agrupó más de 60 poblaciones. Su decadencia empezó en el siglo xvi y alcanzó su momento culminante en 1835, cuando, a raíz de la desamortización, el monasterio fue saqueado y abandonado. Se abrieron las tumbas reales y se destrozaron muchos de los retablos y detalles del claustro.
A partir de 1940, con el regreso de los monjes y la colaboración del Patronato, fundado recientemente, se restauraron muchos de sus monumentos. Poblet también acoge, desde su retorno, el archivo que el presidente de la Generalitat en el exilio, Josep Tarradellas, concedió a la comunidad.
Es del todo recomendable que el peregrino visite el conjunto del monasterio, de forma individual o colectiva, siguiendo las explicaciones de un guía para disfrutar plenamente de este magnífico conjunto.

Vimbodí
Vimbodí es, como L’Espluga de Francolí, un pueblo tendido sobre la falda de las montañas de Prades. Su poblamiento es muy antiguo, pero se cree que su nombre procede, probablemente, de la época de los sarracenos, cuando Vimbodí era tierra de frontera. Como curiosidad, Vimbodí posee la que se considera la calle más estrecha de España, la calle de Les Abraçades (‘los abrazos’). Al tener solo 94 centímetros de ancho, se suele decir que solo pueden pasar dos personas juntas si van abrazadas. El peregrino que desee hacer la prueba encontrará la vía entre la calle Major y la placita de la Verdura. Otro elemento que destaca del pueblo son sus lavaderos, testigos de épocas pasadas en las que las mujeres lavaban la ropa en las antiguas pilas. A medio camino entre Poblet y Vimbodí, pasaremos por el castillo de Milmanda, antigua granja fortificada de Poblet de notable pasado histórico. Destaca por la belleza de su silueta entre los viñedos.

El dato:


Resto de entradas:







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